viernes, 1 de marzo de 2013

No todos los por qués exigen respuesta.

¿Por qué reiterar los recuerdos del pasado si es solo eso, pasado?
¿Por qué volver a llorar por cosas que no hiciste, o hiciste mal; si a lo hecho, pecho?
¿Por qué llorar por las lágrimas ya caídas, y no sonreir por las sonrisas perdidas?
¿Por qué seguir al orgullo y la cabezonería que no te deja avanzar?
¿Por qué insistir en caer bien y no ser uno mismo?
¿Por qué y para qué existe el miedo?

¿Por qué existen las preguntas sin respuesta?