domingo, 14 de julio de 2019

#EncontremosASunny


Sunny tiene dos años y medio y pesa apenas 5 kilos. Sunny es el apoyo de Alba, su confidente, su amiga, su fiel aliada. Sunny lleva desaparecida desde el 28 de mayo. Todos queremos encontrar a la pequeña Sunny.

Alba tenía todo preparado para su gran viaje a Tailandia. Recogió las maletas y dejó a su perrita en casa porque, como ya había hecho en más ocasiones, una trabajadora de la residencia canina Marinocanis la recogería para llevarla al centro. Todo parecía perfecto: ella conocería un país diferente y su mascota estaría en buenas manos; sin embargo, ocurrió algo inesperado.
Tras horas incomunicada en el avión, cuando al fin puso el pie en tierra firme recibió el peor mensaje que se podía imaginar: "Alba, Sunny ha desaparecido. Se ha escapado". Sin pensarlo un momento, compró un billete del primer avión que saliese de Bangkok a Madrid con el dinero que pensaba gastarse durante su viaje. Veinte angustiosas horas de vuelo con la esperanza de recibir explicaciones y encontrar a su pequeña.


Al momento de saber lo que acababa de ocurrir, su hermano acudió a la residencia para que le ayudasen a buscar a la perrilla. Pero no tenían ningún protocolo de actuación y solo acertaban a decirle que todo estaba muy oscuro para salir.

Ya de día, con jet lag y una congoja que le recorría todo el cuerpo, Ana se presentó en Marinocanis. "Sunny se ha escapado por una valla de dos metros de altura", esas fueron las palabras del director. La joven dueña de la perra no entendía nada. Apenas medía cincuenta centímetros y le parecía imposible que saltase una valla de esa altura por muy intranquila que estuviese al haberla dejado en un recinto con perros de raza grande, algo que tampoco se esperaba.

Ante las reticencias con que la respondieron a la hora de solicitar en el establecimiento la hoja de reclamación para plantear la correspondiente queja en Consumo, Alba tuvo que recurrir a la policía. Para su sorpresa, los agentes comprobaron que el dueño del centro no tenía registrado ningún centro zoológico a su nombre.


Desconcertados, Alba y su familia han comenzado una campaña en redes sociales para tratar de conseguir ayuda ofreciendo una recompensa de 2.000 euros por el animal. Bajo el hastag #EncontremosASunny nos cuentan su historia. La caniche era la perra de la madre de Alba, quien falleció recientemente debido a un cáncer. Durante su enfermedad, Sunny alertaba a la joven de que su madre se encontraba mal y su salud empeoraba ladrando, corriendo o revolviéndose.


A Sunny le tienen un especial cariño. Ha sido una más de la familia durante mucho tiempo y están desesperados por localizarla. En el transcurso de esta historia Alba ha encontrado tres perros perdidos de otras familias, pero sigue sin dar con la suya. Los voluntarios del municipio de El Molar que han salido repetidamente en su búsqueda sin éxito aún no se han rendido, porque esta historia conmueve a quien la conoce.

En Facebook, Twitter e Instagram los usuarios comparten imágenes, vídeos y posts de ayuda sobre Sunny. Uno de esos contenidos audiovisuales ya ha alcanzado las 25.000 visualizaciones. Ana no deja de recibir mensajes de ánimo; pero Sunny, aún, no ha llegado. Mientras tanto la residencia canina, a pesar de no tener toda la documentación en regla y un protocolo de actuación, como le aseguraron a Alba, mantiene activa su página web y continúa ofreciendo sus servicios de residencia-hotel. Si es cierto que la pequeña se escapó, solo cabe esperar que aparezca cuanto antes, que la residencia asuma su responsabilidad y que ninguna familia más pase por trances como este a causa de su mascota.

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