En El Refugio llevan 23 años ayudando a perros y gatos que han sido maltratados o abandonados. Conocen las historias más tristes que han vivido estos animales. Sin embargo, hace un año presenciaron algo que les conmovió a todos.
Gregorio, triste, nervioso y abrazado a su pequeño Zeus, acudió al centro veterinario de la protectora. Dicen que le temblaba la voz, le brillaban los ojos y no se podía despegar de su mascota. Avisó de que tenía una enfermedad terminal, le quedaba poco tiempo de vida, y no conocía a nadie que pudiese hacerse cargo de su perro mestizo cuando ya no estuviese él para cuidarle. Tenía miedo por él, quería lo mejor para su compañero de vida.
Nunca antes los voluntarios se habían enfrentado a un caso como aquel. Aturdidos, se quedaron con el can y publicaron el caso de Gregorio y Zeus en sus redes sociales, un llamamiento a la buena fe de los madrileños. Al poco tiempo Irene, dueña ya de otro perro, se emocionó con la historia y no dudó en escribir a El Refugio: ese perro había vivido siempre con un hombre que le dio cariño hasta el último momento y no podía quedarse solo. A día de hoy Zeus vive con ella y recibe el amor de Irene a la par que juega con su otra mascota. Gracias a ella Gregorio pudo marchar en paz.
El 30% de las familias españolas conviven con al menos un perro en casa, y quizá algunas de ellas hayan pensado en algún conocido que se pueda hacer responsable de él cuando falten. Tristemente, otros actúan de la peor forma, vemos muchos casos del abandono que sufren estos animales cuando se hacen mayores o cuando su cuidador ya no puede ocuparse de ellos. Pero la mayoría no han previsto esta circunstancia hasta ahora.
Para quienes desean tener la seguridad de que su perro va a estar con una familia y que nunca le va a faltar la protección que se merece, El Refugio pone en marcha el Proyecto Edén, un programa pionero en España con el que poder entregar en adopción a nuestra mascota cuando ya no estemos.
De manera totalmente gratuita, puede participar cualquier persona mayor de edad y de nacionalidad española para adherir al proyecto un máximo de dos perros. Por otra parte y como requisito legal, será imprescindible legar en testamento notarial la propiedad del perro a la protectora El Refugio, porque de momento, según dicen ellos, los perros burocráticamente son objetos "como un sillón, un coche, un terreno, un sombrero o una avioneta".
Son conscientes de que con esto no pueden acabar con todos los problemas de maltrato o abandono de los animales, pero les sobra corazón para poner su pequeño granito de arena.
Nunca antes los voluntarios se habían enfrentado a un caso como aquel. Aturdidos, se quedaron con el can y publicaron el caso de Gregorio y Zeus en sus redes sociales, un llamamiento a la buena fe de los madrileños. Al poco tiempo Irene, dueña ya de otro perro, se emocionó con la historia y no dudó en escribir a El Refugio: ese perro había vivido siempre con un hombre que le dio cariño hasta el último momento y no podía quedarse solo. A día de hoy Zeus vive con ella y recibe el amor de Irene a la par que juega con su otra mascota. Gracias a ella Gregorio pudo marchar en paz.
El 30% de las familias españolas conviven con al menos un perro en casa, y quizá algunas de ellas hayan pensado en algún conocido que se pueda hacer responsable de él cuando falten. Tristemente, otros actúan de la peor forma, vemos muchos casos del abandono que sufren estos animales cuando se hacen mayores o cuando su cuidador ya no puede ocuparse de ellos. Pero la mayoría no han previsto esta circunstancia hasta ahora.
Para quienes desean tener la seguridad de que su perro va a estar con una familia y que nunca le va a faltar la protección que se merece, El Refugio pone en marcha el Proyecto Edén, un programa pionero en España con el que poder entregar en adopción a nuestra mascota cuando ya no estemos.
De manera totalmente gratuita, puede participar cualquier persona mayor de edad y de nacionalidad española para adherir al proyecto un máximo de dos perros. Por otra parte y como requisito legal, será imprescindible legar en testamento notarial la propiedad del perro a la protectora El Refugio, porque de momento, según dicen ellos, los perros burocráticamente son objetos "como un sillón, un coche, un terreno, un sombrero o una avioneta".
Son conscientes de que con esto no pueden acabar con todos los problemas de maltrato o abandono de los animales, pero les sobra corazón para poner su pequeño granito de arena.
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